Después de un parón por temas de salud, una vez pasado este día tan especial que es el de Navidad, me permito escribir un pequeño cuento de Navidad, cuento completamente real.
“Hace ya algún tiempo creo que era la navidad del año 1994, formaba parte de un colectivo voluntario, dentro de ese colectivo una de las actividades que realizábamos por estas fechas era la recogida de juguetes para gente necesitada, para familias que ya mucho antes de esta dichosa crisis ya lo estaban pasando mal, hacíamos un llamamiento al pueblo para que nos aportasen juguetes nuevos o que estuviesen en buen estado, vaya que aunque seas un niño con necesidades tengas al menos unos juguetes dignos, casi todos lo eran y siempre llegábamos a todas las familias, en fin al cuento, mi trabajo no era de disfrazarme de rey ni nada por el estilo ni mucho menos, al contrario era el de “machaca” cargar cosas, llevar cosas, y al final tirar cosas, si tirar, ¿Tirar?, claro hay quien piensa, -Por suerte pocos - Que si eres un niño o niña que su familia pasa dificultades, con un camión sin ruedas o una muñeca sin piernas ya estas contento, por eso hay compañeros/as que escogían, vaya que seleccionaban lo que estaba en mejor condiciones y los envolvían en bonitos papeles y al menos devolvías la ilusión de estos días , y así funcionábamos, yo aparecía por el local después de reyes era el momento de hacer viajes al contenedor donde te encontrabas con cajas de los nuevos y por supuesto otros viejos que se aprovechaba para tirar, justamente ese año por mi afán de curiosidad antes de cargar las bolsas, las miraba, evidentemente todo eran juguetes rotos o juegos incompletos, aquello típico que lo que no quieras para tu hijo no quieras para el de otro, en fin, pero... Del fondo de una de las bolsas cayo un Madelman Cosmic, con su casco y su mochila, vaya sin caja pero casi completo y en buen estado manos completas, piernas perfectas incluso un poco duro, seguro que se había jugado poco con él, o había sido de un niño al que no le gusto y lo guardo, o que a lo mejor ya era demasiado mayor para Madelmans, en fin, especulad como yo especulé, pensé, yo no puedo tirar algo así, pero como lo voy a guardar hasta el próximo año y si había sido desestimado lo volvería a ser y otra vez a la basura …, yo no lo podía permitir, así que decidí darle otra oportunidad y adoptarlo, lo lleve a casa y lo guarde con los que aún tengo y hasta ahora 20 años después sigue vivo, que sea por muchos años “
Feliz Navidad
Pd. Adjunto fotos, el traje evidentemente ha sufrido el paso del tiempo
