Durante una temporada no voy a postear. Os quiero dejar mi último custom de la serie "Voluntarios españoles en el ejército alemán". Atención, va de rollete.

1. Introducción histórica:
El 28 de noviembre de 1943 se completaba la organización de la llamada “Legión Azul”. Estaba formada por unos 1.500 voluntarios españoles que, al mando del coronel García Navarro, habían decidido seguir combatiendo junto al ejército alemán tras la vuelta a España de la División Azúl. Esta legión tuvo una corta existencia pues, por razones políticas, el 11 de febrero del año siguiente se dispuso su disolución y la repatriación de sus miembros. Sin embargo, no todos regresaron. Entre ellos estaba Sebastián Varela.
La historia de aquellos voluntarios que se negaron a regresar, así como la de quienes salieron de España clandestinamente para combatir contra el Ejército Rojo es un tema controvertido y lleno de interrogantes; hasta llegó a existir un “Batallón Fantasma”. Parece ser que los españoles se integraron mayoritariamente en dos compañías (101 y 102) dentro de una unidad de las Waffen SS, “Unidad de Voluntarios Españoles” (Spanische Freiwilligen Einheit). Otros pudieron servir en la Wallonie SS, al mando de León Degrelle. Al belga le entusiasmaba el arrojo de los españoles y trabó buena amistad con Ramón Serrano. Algunos autores llegan a afirmar que hubo españoles combatiendo en el norte de Italia, en la antigua Yugoslavia, en la frontera franco-alemana, ¡e incluso a las órdenes de Otto Skorzeny en las Ardenas!
El 16 de abril de 1945 el ejército soviético lanza su ofensiva contra Berlín. Miguel Ezquerra, un ex-divisionario y capitán de las Waffen-SS, estaba al mando del Einsatzgruppe Ezquerra. Cuántos y quiénes eran sus integrantes no está claro: unos 250 españoles, quizás en su totalidad, de las Waffen SS, además de supervivientes de las divisiones Charlemagne  y Wallonie, también SS. En su libro Berlín, a vida o muerte, el propio Ezquerra cuenta de forma un tanto novelesca la defensa desesperada del Reichstag. El 30 de abril el cerco ruso se cierra alrededor de la Cancillería, la Postdammer Platz y la Puerta de Brandemburgo. Ante la avalancha de los T-34, Ezquerra y los suyos escapan por la Friedrichstrasse, atrincherándose cerca del búnker. Antes de eso, el “Sebas” –como le llamaban sus compañeros– dejó fuera de combate a uno de los carros de combate con el panzerfaust de un combatiente caído junto a él. No era la primera vez que destruía un T-34. Durante los primeros días de la Batalla de Berlín había inutilizado otro carro, motivo por el que lucía la preciada distinción sobre su manga derecha; ahora no había tiempo para reclamar la segunda.
Trascurrido algún tiempo, y junto a niños y adolescentes de las Hitlerjugend, intentan abrirse paso por el puente Havel. Los que no murieron bajo el fuego ruso, vuelven junto al búnker para rendirse. Ezquerra y alguno más logran refugiarse en la Embajada de España, mientras que al resto de los supervivientes de su grupo les esperaban nueve años en los campos de prisioneros de Stalin. Sebastián Varela fue de los que se cobijaron en la embajada española. Tras un penoso periplo, logró llegar a España.
(Las fechas y episodios referidos en este relato son históricos. También lo son los nombres, salvo el de Sebastián Serrano. Cualquier semejanza entre lo contado sobre este personaje y la realidad es pura coincidencia)

2. El custom:
El Madelman que presento es un Waffen Sturmmann der SS, perteneciente al Einsatzgruppe Ezquerra. Justo de que el atronador ruido de las cadenas de los T-34 ensordezca las calles, se dirige hacia uno de sus compañeros.
El Sebas tiene buena puntería con el Mauser, pero las dos granadas de mano que cuelgan de su cuello le hacían sentirse más seguro. José González, otro español, lleva un panzerfaust, pero no parece saber muy bien cómo se usa. A él se encamina para darle unas rápidas lecciones sobre el manejo del “puño acorazado”. Una ráfaga de ametralladora acaba con la vida de José. No hay tiempo para lamentarse. Ya chirrían los tanques de los rusquis y ese panzerfaust en manos del Sebas es un arma mortífera.
2.1. Documentación gráfica: No existen fotografías por el momento (o al menos, yo no las he encontrado en las fuentes consultadas) de los integrantes del Einsatzgruppe Ezquerra. Diversos ilustradores han recreado cuál pudo ser el atuendo de los integrantes de esta unidad. Según cuenta Jean-Pierre Sourd (True Believers: Spanish Volunteers in the Heer and Waffen SS, 1944-45) los integrantes del grupo de Ezquerra fueron re-equipados en Potsdam y se les asignó el uniforme M-44 con camuflaje de “guisantes”.
Sin embargo, la escasa uniformidad de las tropas alemanas al final de la guerra en Europa era algo bastante frecuente, como han supuesto los artistas que han recreado los diversos uniformes. De entre todos los modelos, yo presento mi custom (con el último modelo de guerrera que fabricó el ejército alemán: tenían una forma y tonalidad muy similar a la de los tommies ingleses.

2.2. Maniquí y atuendo: El maniquí es un modelo de Altaya, al que –en primer lugar- llevé al barbero para que le cortara el pelo; ya explicaré el motivo. En el cuello asoma la camisa del “Marinero de Porta-aviones”, convenientemente teñida de azul marino. Era costumbre de los falangistas llevar esta prenda bajo el uniforme alemán. Lo cierto es que nadie se lo prohibía.
Guerrera y pantalón son del “Policía Militar” de Altaya, teñidos en marrón que denota la mala calidad de los tejidos que se usaban en las filas alemanas al final de la guerra. He utilizado el tinte marrón que se aplica para dar brillo al calzado; se aplica muy fácilmente y seca rápido. La guerrera era tipo cazadora, más corta que la habitual. Para ello, he tenido que recortar la parte inferior y luego recomponer con aguja e hilo. Los dos bolsillos bajos de la guerrera original han sido descosidos y vueltos a coser bajo las dos solapas de los bolsillos superiores (que no están en el modelo de Altaya). Para que la prenda ajuste a la cintura, tiene que llevar un poco de rizo. También he simulado dos bolsillos a ambos lados del pantalón, con sus botones. En el cuello y en los hombros de la guerrera se puede observar que es un Sturmmann.
En la manga izquierda, la antigua insignia de la División Azul está cosida bajo el águila de las Waffen SS. Ambas están hechas a mano y repasadas con acrílicos. Lo mismo pasa con el distintivo sobre la manga derecha, que hace referencia a la destrucción de un tanque enemigo.
Sobre el pecho, la Cruz de Hierro segunda clase, en papel y pintada.
Las botas del muñeco son de Altaya, pintadas en marrón oscuro y envejecidas a pincel seco. Lleva también polainas en field grey  de fabricación casera, a las que se les han añadido unas correas.

2.3. Equipo:
La gorra, modelo 1943, es de fabricación casera y se puede quitar. He usado una tela muy fina que simula la piel vuelta. Luego la pinté con acrílicos hasta conseguir el mismo tono del uniforme. Para que la gorra no quede descomunal, el maniquí necesita un buen corte de pelo. Las insignias, águila y calavera de las Waffen SS, son caseras. También los dos botones característicos. Me costó bastante hacer esta prenda. Algún día os pongo un tutorial.

El cinturón es de polipiel y va pintado en marrón arena. La hebilla es una pieza de plástico pintada en gris plata. Con el mismo pincel y más pintura, he reproducido el emblema que, como sabéis, era distinto al de la Wehrmacht. Los estuches de las balas del Mauser son cortesía del amigo Carlos de Mérida (muchas gracias).
Las dos granadas de mano que cuelgan de su cuello son de Dusty Trail. El modo de llevarlas (atadas a ambos extremos de una cuerda) era muy común.
El Mauser es una maravilla hecha por Carlos. Lo he pintado en marrón rojizo, metal de cañón y acero engrasado. La correa también se la añadí. Lo que más me costó fue reproducir la pieza del cargador; al final una antena de Lego terminada en una bolita me salvó.

Por detrás, la bolsa del pan (cortesía de Carlos de Mérida) cuelga de dos correas y, sobre ésta, la cantimplora (de Dusty Trail). La marmitera es de Carlos también, a la que le he añadido el asa con una cuerda de guitarra eléctrica. El cuchillo/bayoneta es de Plan B Toys.

El maniquí se presenta sobre una pequeña peana. En ella he simulado en masilla el adoquinado de una calle. Gris, lavados en oscuro y pincel seco.
Espero que os guste. ¡Saludos, guripas!

Una figura muy buena y una explicación aún mas buena.................

curiosa idea lo del corte de pelo

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Magnífico Custom, Eugenio.
 Y de un tema que me apasiona, además.

Sólo te puedo poner una pega, por poner alguna, es un Altaya.

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Me construyo amigos. Son juguetes. Mis amigos son juguetes. Los hago yo. Es un pasatiempo." - J.F. Sebastian (Blade Runner)

¡¡¡Tremendo!!!
Saludos.