Ando intentando perfeccionar los sables y espadas, que antes hacía con rejilla de aluminio (de las de evacuación de humos), pero quedaban un poco endebles, y se se "trastea" con el keko, como suelo hacer, a la larga se doblan y/o rompen y es complicado hacer una funda que quede ajustada, así que ando haciendo probaturas con el aluminio fundido y el resultado es, al menos, más resistente.
Vamos con las fotos.
Lo primero, como siempre, es buscar una referencia del objeto en cuestión, y al contrario de lo que pasa con las sillas u otras cosas hechas de materiales más perecederos, que son difíciles de hallar, en el caso de los sables hay mucha documentación de museos y reconstrucciones. El sable en cuestión es éste:
Este sable, de hoja recta, mientras que los de la caballería ligera eran de hoja curva, según mis datos fue una copia directa del austriaco Pallasch de 1769, ya que los británicos tomaron como modelo para su caballería pesada la prusiana, pero no hicieron bien la copia, pues
se partió de un concepto erróneo: la caballería debería "machacar" a los enemigos, por lo que este sable estaba pensado para cortar, mientras que los de la caballería francesa, mucho más efectivos, estaban pensados para "empujar", pinchando al enemigo, por lo que era un arma muy pesada y difícil de manejar que no causaba la muerte por ejemplo a los coraceros e incluso a la infantería, "protegida" por el método de llevar el capote y/o la manta enrollados sobre el pecho (lo que técnicamente se llama "saltire wise").
Aún así y todo, un golpe de este sable, proporcionado por un tío fuertote, montado en un caballo al galope, si bien no te pinchase, sin duda te rompería unos cuantos huesos. Sea como fuere, era un sable poco "querido" por sus usuarios, y en la batalla de Waterloo se usaron con la punta "de hacha" original (como se ve en las fotos), cortada para hacer una punta "de lanza", como los sables prusianos y franceses, y que se pudieran usar para pinchar; y de la misma forma los "langets" (ahora mismo no recuerdo como se llaman en castellano), que son una especie de lengüetas delgadas de 2 pulgadas (5 cm.) de largo, que agarraban la garganta de la vaina desde el al frente de la guardia los lados de la empuñadura, para que el sable no se salga, fueron eliminados, pues por su tamaño tendían a engancharse en el correaje y otros elementos del equipo al desenvainar, con fatales resultados, fueron eliminados también.
Pues después del rollo histórico-festivo, vamos al turrón.
Primero mi amigo herrero me prepara una lámina, barra más bien, de aluminio fundido de latas de cerveza (hablamos de caballos - de los que nos vamos a comprar cuando seamos ricos -, nos bebemos unas cervezas y tenemos material más que de sobra ) de unos 2 mm. de grosor, que luego se recorta muy bien con tijeras para metal.
Mi amigo me regaló las tijeras, un decapador de aire caliente que va muy bien para calentar la barra y que sea más fácil darle forma, un yunque y un martillo pequeños para poder trabajar la barra "en bruto"
Pues después de un rato de recortar, calentar, machacar y lijar, este es el resultado, damos la forma del sable a la barra, respetando las medidas originales (lo hice escalándolo a 1/10 para que fuera más fácil y no tener que andar con milimetros), como el sable "real" medía 99 cm. con una hoja de 89 cm. pues lo hice con un largo total de 10 cm. y con hoja de 8,5 cm. para redondear (parece que al cortar la punta "de hacha" original para hacer punta "de lanza". se acortaba unos 3cm. la hoja, así que no me preocuparon mucho las dimensiones exactas). La hoja es recta, como decía con un solo filo y el borde opuesto de la hoja (la "espalda") engrosada en la mayor parte de su longitud para dar mayor fuerza, con una anchura de unos 3 cm.
El siguiente paso fue la guarda, que es es muy característica, combina un protector en forma de rombo perforado con 2 orificios semicirculares y otro en forma de disco con 6 ovalados (nunca circulares), con un arco para proteger los nudillos simple (¡¡¡bieeeen!! es supercomplicado hacer las guardas que llevan arcos entrelazados ), así que, en este caso con lámina de aluminio comercial hice las partes y obviamente, "prescindí" del hecho de que las perforaciones fueran ovaladas o semicirculares y las hice todas circulares
Una vez que ya tenía la pieza recortada y perforada, toca unirla a la hoja. No sabéis el trabajo que me costó "recortar" en el arco de la guarda la ranura para meter el fiador (la correa que sujeta el sable a la muñeca del usuario, para que no se le caiga). Y luego se va dando la forma al arco.
La empuñadura era de madera acanalada o de madera atada con una cuerda para parecerse a la misma y cubierta de cuero.La pieza trasera de hierro de la empuñadura tenía orejas que estaban remachadas a través de la espiga de la hoja para dar a la empuñadura y la hoja una conexión muy segura. Tan solo tube que cubrir con cuero la espiga del sable y atar un hilo de cobre (de los de cable telefónico) finito para hacer las acanaladuras, y con unos trocitos de estaño de los golletes de las botellas de vino, hacer las orejas y la protección metálica, que pegué con unas gotitas de ciano
Ahora vamos con el correaje. Lo primero el portapliegos o "sabretache", que era una especie de bolsa de cuero, en la que se llevaban documentos, objetos personales, etc. y es muy característico de la época napoleónica. Por suerte, y a diferencia de otros, el de los Scots Greys, en esa época era liso - más tarde se añadiría el águila francesa, "ganada" en Waterloo, de bronce - pero en todo caso, en campaña, los que eran bordados, se cubrían con una funda de hule para protegerlo. Simplemente polipiel - que era lo que tenía a mano - cortada en la forma precisa y cosida en forma de bolso
El cinturón era de cuero de búfalo teñido de blanco - como la bandolera de la carabina y correa de la cartuchera - hecho en tres piezas, unidas por unas anillas, que a su vez sirven para sujetar el fiador de la vaina del sable. Los fiadores del portapliegos van cosidos directamente, por debajo de los del sable, al propio cinturón. Ninguna complicación, tireta de cuero de 3,5 mm. blanca, anillas de modelismo y hebillas de "vía de tren", cosido en el sitio adecuado
La vaina está hecha con lámina de estaño de manualidades, con unas anillas de modelismo, y ya expliqué en otras ocasiones como se hace, así que por no ser pesado, lo omito.
Una vista final del sable terminado, con su cinturón y portapliegos
Espero que os haya gustado