Los hobbies suelen tener sus buenos y malos momentos, dependen mucho de las circunstancias personales por las que el aficionado pasa en la vida, sin duda la aparición de novedades revitaliza el mundo del coleccionismo. El coleccionista que verdaderamente tiene una afición bien arraigada tendrá sus altibajos, pero en su interior siempre estará incandescente esa llama dispuesta a reavivarse a la primera oportunidad que se le presente. Yo tengo dos aficiones minoritarias, los madelman y la espeleología, ambas han pasado por sus altos y bajos pero hay siguen en el lugar que le corresponde a cada una, dedicándoles el tiempo que puedo en cada momento, a veces poco, a veces mucho y de vez en cuando nada, así son las cosas y como tal las acepto. En dos ocasiones he perdido mi colección de madelman por diferentes motivos, lo que me ha llevado a rupturas puntuales con la afición, pero no sé que tendrán estos muñequetes que al final siento la necesidad de volver a tenerlos entre las manos. Creo que me veré así cuando sea un anciano y brindo por ello. Un saludo.