En alguna ocasión algún amiguete me ha pasado alguna piececilla que le quedaba por casa, lo que te llena de alegria y tratas como un tesoro lleno de oro.
Cuando ves algún hilo de alguien al que le han regalado un buen lote de piezas que estaba perdido por algún trastero, te pone los dientes largos y dices "ya no queda nada por ahí, que suerte ha tenido este".
Pues bien, hace un año tomando unas cervezas con un amigo del instituto me comento que creia tener un par de cosillas guardadas en casa y que me las buscaría. Hace tres semanas nos reunimos para tomar unas cervecitas de nuevo, y cual fue mi sorpresa cuando aparece con una caja del tamano de una caja de zapatos con cosas de madelman.
Hasta ayer que tuve un ratillo no pude sacarlas y mirarlas. Podéis imaginaros mi alegria al ver lo que veréis a continuación en las dos fotos.
Cositas que me van a permitir seguir completando la colección, e incluso intentar algún cambio.
Pasen y vean.
Por cierto, ¿esa especie de arnes que parece para un perro, es el del trineo polar?